La corrupción se cultiva en el hogar



Todas las personas provenimos de un hogar en el cual desarrollamos nuestra personalidad y nos desenvolvemos en un ambiente con personalidades diferentes a la nuestra y aprendiendo de estas, valores y actitudes sean de manera positiva o negativa.

Por otra parte, la corrupción es dañar, sobornar a alguien, corromper entre otras, por lo tanto se dice que la corrupción nace y se cultiva en el hogar. Es decir, en el hogar las personas mayores les brindan y muestran comportamientos a los menores, en muchas ocasiones no muy buenos y de ahí es donde salen a relucir las personas corruptas, que están educadas mediante valores y actitudes no ejemplares, como el irrespeto, la manipulación, el interés, desigualdad entre otras.

Lo anterior se da porque, desde temprana edad los padres no influyen lo suficiente en sus hijos y les permiten que estos adapten comportamientos de violencia y soborno por ejemplo, también porque no los orientan y no les enseñan a pedir disculpas o asumir la responsabilidad de sus actos, y los hijos ante estas situaciones tienden a realizar su voluntad y a querer que los demás también lo hagan, convirtiéndose poco a poco así en seres de corrupción.

En resumen, el hogar es el pilar de todo individuo donde se acoge todo lo necesario para desarrollar la personalidad característica de cada uno, por lo tanto cada hogar debe asumir una responsabilidad con cada uno de sus integrantes haciendo de estos unas personas de bien y participes de la sociedad positiva mente, y saber orientar a cada uno de estos de manera individual y colectiva.



Comentarios

  1. En nuestras manos está sembrar en nuestras familias la semilla de la honestidad.

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